sábado, 29 de agosto de 2015

Cuando el fracaso es no haber dejado todo en el intento. (Ricky Sarkany – Argentina).


                  En los países latinoamericanos el fracaso es visto como una mancha en el curriculum de cualquier emprendedor. Lamentablemente no se comprende que la imposibilidad de arribar a los objetivos que se habían fijado pudo tener origen en múltiples factores, y que esa experiencia fallida, si es analizada exhuastivamente, servirá de base para futuros éxitos.
                        Seguidamente transcribiremos una nota del empresario del calzado de Argentina Ricky Sarkany, integrante de una empresa familiar, que la hizo crecer bajo la idea que fracasar no es no haber tenido los resultados que uno se propuso cuando comenzó esa actividad, sino no haberlo intentado, no haber emprendido.
Entra a la empresa apurado, dando órdenes. Lo hace con tono firme, pero de buena manera. Sube a su oficina, hace algunos llamados telefónicos y responde consultas de su equipo de trabajo. Resuelve varias cosas al mismo tiempo. Para cuando se sienta en medio del showroom que tiene en su empresa, lo hace sin su celular y se concentra totalmente en la entrevista. Habla con pasión, a una velocidad donde casi no hay tiempo de respirar. Le gusta hablar de él, de su familia, de lo que hace.
De hecho, se enciende el grabador y Ricky Sarkany arranca, sin que medie pregunta alguna: “Son tres los pilares fundamentales de toda actividad comercial y diría que de la vida en general, la experiencia, el conocimiento y la innovación”.
ERROR 1. En 1950, Sarkany padre hace botas de mujer y nadie las compra.
Más adelante, ya interpelado por los errores cometidos en su vida de empresario, explica: “Cuando hablo de la experiencia, siempre digo que es más fácil volver del error que de la ignorancia. Fracasar no es no haber tenido los resultados que uno se propuso cuando comenzó esa actividad, sino no haberlo intentado, no haber emprendido. A uno mil veces lo van a voltear y uno se tiene que levantar. Ésa es la resistencia al fracaso. Lo que pasa cuando uno habla de fracaso, es que se puede hablar de que el resultado no ha sido el esperado. Y la verdad es que la mayoría de las veces el resultado no es el esperado. Y uno va ajustándose de acuerdo con lo que le devuelve el mercado, la gente”.
ERROR 2. Las primeras sandalias que hizo Sarkany padre fueron otro fracaso.
El empresario también destaca la experiencia que se adquiere cuando un resultado no es el esperado. Más allá de que en otro momento, haciendo lo mismo, los resultados puedan ser otros. ”Tengo muchas experiencias que fueron malas en su momento y luego fueron un éxito, o al revés.”
–Empecemos por el primero…
–Mi padre llegó a la Argentina en 1950 y se puso a hacer lo que él hacía en Hungría, que era fabricar zapatos. Como era invierno, hizo botas. Fueron un fracaso total. Según le explicaron los dueños de las zapaterías, que eran los que le compraban sus productos, acá nunca una mujer iba a usar una bota porque el clima era distinto al de Europa, porque la sociedad era machista, porque la bota tenía reminiscencia militar… Esas botas, llenas de flecos, se las terminó vendiendo a las prostitutas que eran las que podían usarlas. Ahora, sin importar el motivo del fracaso, fue verdadero en su momento y falso en el futuro, porque tiempo después la bota se puso de moda.
–¿Y cómo siguió…?
–Con otro fracaso. Llegó el verano e hizo sandalias, que eran las que él hacía y las mujeres usaban en Europa. Pero, los comerciantes tampoco se las compraron porque, según ellos, nunca las mujeres iban a mostrar sus pies. Hasta que alineó lo que él hacía al gusto de los comerciantes y así empezó a vender. Por entonces, había mucha demanda insatisfecha porque todo era artesanal. Y en el tiempo que una máquina hace 250 pares, una persona artesanalmente hace seis.
Sarkany reconoce que también tuvieron errores de los cuales aparecieron grande éxitos.
ERROR 3. Compraron 4.000 bases de madera que no eran las correctas.
“Hace algunos años, nosotros hacíamos una sandalia con una base y una tira de acrílico. Un día se me ocurrió que esa base de acrílico podía ser de madera y la tira en animal print. Para lo cual, mi padre viajó a Europa porque la base de acrílico se hacía en una fábrica italiana, que trabajaba bases de acrílico y madera, y pidió que la base 3086 –que era con un taco alto– se la hicieran en madera”, relata el empresario.
Pero, en el momento de hacer el pedido –que por entonces se hacía con papel carbónico–, el padre se confunde y pide la base 3068. En la empresa recién se dieron cuenta cuando llegó el cargamento de 4.000 bases, que eran una madera recta, sin ningún taco.
“Estuvimos dos meses insultándonos”, recuerda Sarkany. “Yo diciendo que lo único que tenía que hacer él era comprar la base 3086 y no lo había hecho… Y cuando nos encontrábamos y veíamos las cajas le decía que nos íbamos a fundir, que esa base era lo más parecido a un ataúd, que lo único que íbamos a poder hacer eran asados con esa madera..."
Hasta que un día, fortuitamente, entró una clienta a la zapatería calzando unas sandalias con las bases de Dr. Scholl, que ella había pintado de plateado. “Me quedé con eso y lo relacioné con que, en ese momento, Prada estaba haciendo un zapato con una hebilla de carey. Se me ocurrió ponerle a estas bases de madera una tira de leopardo y encima una hebilla de carey. Y este modelo fue el más vendido en la historia de la marca. Es decir, esto salió después de dos meses de insultarnos y degradarnos por el error que se había cometido".
ERROR 4 En vez de botones comunes, compraron unos bañados en oro.
–¿Les volvió a pasar que se equivocaran al comprar los insumos?
–Cuando se impuso el jean como prenda de uso diario fue furor y nosotros decidimos que íbamos a fabricar una línea de jeans propia para nuestros desfiles. Diseñamos un modelo y mi cuñada se ocupó de comprar los avíos –entre otras cosas–, los botones. Cuando llegó la factura de los botones era un número sideral, con mucho ceros. Por lo cual llamamos y dijimos que debía haber un error en la factura y nos dijeron que no, que esos botones eran bañados en oro 24 quilates. Y otra vez la pelea: “Cómo puede ser que compres así”, “también, la dejaste a ella que fuera a elegir, ahora báncatela”... Y no sabíamos qué hacer… Hasta que decidimos hacer un lingotito y una tarjeta que certificaba que los botones estaban bañados en oro 24 quilates. Y dimos a conocer que estábamos lanzando una línea de jeans con botones bañados en oro. Inmediatamente tuvimos lista de espera para comprarlos.
Tiempo después, Chiche Gelblung lo invitó a su programa y le preguntó cómo se le había ocurrido hacer jeans con botones bañados en oro. Sarkany le contestó: “Sólo un jean con botones bañados en oro puede acompañar a nuestros zapatos. Por eso hicimos esta colección limitada”.
“Los vendimos todos y no los volvimos a hacer, obviamente. Surgió de un error y siempre debió haber sido así. Nosotros no podíamos hacer un jean para competir con Levis o Calvin Klein. Nosotros teníamos que hacer lo que hicimos. Pero salió de haber usado la cabeza”.
–¿No les pasó que hicieron modelos que creían iban a gustar y no fue así, algo que ya no podían revertir desde el producto?
–Claro que sí. Nosotros hacemos 100 modelos y el 80% de las ventas al final de cada temporada es de sólo el 20% de los modelos. Siempre es así y si yo supiera antes qué es lo que va a funcionar, no haría el otro 80%, que luego se termina vendiendo bajándole el precio, tratando de que los formadores de opinión en la redes sociales los usen pero de una forma canchera.
–¿Y cuando se equivocan con la comunicación?
–Tuvimos infinidad de casos en los que la campaña publicitaria no funcionó. Entonces, organizamos un evento fuerte y cuando volvieron, ya lo anterior había cambiado. Por ejemplo, nos pasó de hacer un zapato que era el antizapato. Lo hicimos hace mucho y vendimos todo, lo usaba desde Pamela Anderson hasta Naomi Campbell. Hace tres años decidimos volver a hacerlo. Los fabricamos y los subimos a redes sociales. Recién teníamos abierta la cuenta de Instagram e inmediatamente tuvimos 300 o 400 comentarios, todos negativos: “Ricky te banco, pero éstas no”, “Son regrasa”, la manito para abajo, “No puedo creer, qué es eso?”, “El antizapato”, “Por qué no te dedicás a otra cosa”… No tenía ningún libro en el que buscar qué hacer.
Los zapatos estaban en producción y en la empresa evaluaban que si borraban los mensajes les iban a decir que encima borraban los mensajes, si sacaban el producto de la venta iban a decir que era otro fracaso, que lo sacaban porque era un desastre.
Terminaron decidiendo no levantar la foto ni borrar los mensajes, calmarse y empezar a pensar. Mientras, las chicas que trabajan en la empresa empezaron a subir mensajes positivos: “Me encantan”, “Son muy lindas”, “Las usaba hace mucho tiempo”… “Con eso buscábamos amortiguar un poco los mensajes negativos. Y como las redes sociales provocan acciones en cadena; cuando tres dicen que está lindo, hay más que dicen que está lindo”.
Tras pensar y analizar distintas opciones, decidieron organizar un evento para el cual hicieron una maqueta gigante e invitaron a mucha gente a la cual le regalaban un par de zapatos y le pedían que se los pongan en el evento.
Por lo cual, “muchas personas, entre ellas varias modelos, se las ponían y les sacábamos fotos, que luego subíamos a las redes, asociadas a las personas que ya habían hecho comentarios. Entonces, eran esas mismas personas las que empezaron a poner: ‘No son tan feas’, ‘Puestas quedan lindas’, ‘Deben ser cómodas”. Otra le contestaba: ‘Sos un panqueque. ¿No eras vos la que decía que eran horribles?’, ‘Sí, pero ahora que las veo puestas me gustan’… Se fue revirtiendo la tendencia inicial y no las volvimos a poner de moda, pero vendimos todas”.
La historia relatada no deja dudas, desde sus comienzos, los Sarkany tuvieron el valor de equivocarse, levantarse y volver a intentarlo. Así, con esa fórmula, lograron construir la marca que hoy ostentan. 

jueves, 27 de agosto de 2015

De Perú al mundo. El milagro de Big Cola.

                       A continuación transcribiremos una notica sobre la expansión de la empresa familiar peruana Big Cola en Asia, que constituye un claro ejemplo como de circunstancias adversas se puede llegar a resultados asombrosos.
                       De esta familia de Ayacucho, Perú, azotada por la guerrilla de Sendero Luminoso a captar mercados tan lejanos como Indonesia, debemos aprender que siempre podemos recrearnos para mejor, que somos nosotros mismos que nos ponemos nuestro propio techo para justificar nuestras insatisfacciones.

                       Big Cola es el paradigma de que toda crisis es una oportunidad, está en los emprendedores que se enfrenten a ellas advertir cual es el camino a seguir!!!


"El secreto de Big Cola para llegar a millones en Asia

¿Cómo logró una pequeña empresa de una provincia peruana convertir a la Big Cola en la bebida más popular de algunos países asiáticos? Le contamos esta inesperada historia de expansión global.
Muchos peruanos aseguran que su bebida más famosa es el pisco sour, del que se disputan la paternidad con Chile.
Otros opinan que su bebida nacional es la Inca Kola, un refresco de color y sabor inusual que se consigue en restaurantes peruanos de todo el mundo, ahora que el ceviche y demás especialidades de la cocina peruana han conseguido un lugar estelar en la gastronomía internacional.
Pero la realidad es que pocas bebidas "made in Perú" o el cualquier otra parte de América Latina han conseguido la expansión global de Big Cola, un refresco consumido rutinariamente por aproximadamente 100 millones de personas en Indonesia, Tailandia, Vietnam, India y otras naciones asiáticas, según dicen sus fabricantes.
Es la bebida más consumida entre los 250 millones de habitantes de Indonesia y empieza a hacer entradas en el gigantesco mercado de India.
Probablemente en su gran mayoría no tienen idea que el refresco es manufacturado por una empresa peruana.
Pero se han vuelto leales a una bebida que representa un inusual reto en un mercado global dominado por multinacionales estadounidenses.
Sendero Luminoso ayudó
La empresa detrás de la Big Cola, Aje, surgió en Perú en la década de 1980. Y tal vez no habría existido nunca si no fuera por un movimiento guerrillero maoista.
La violencia en torno a Sendero Luminoso había dejado a partes del país virtualmente incomunicadas.
Por lo que los distribuidores de Coca Cola y Pepsi no llegaban hasta varias provincias en los Andes peruanos.
Los fundadores de Aje, cinco hermanos peruanos de apellido Añaños, decidieron entonces embotellar en Ayacucho una bebida gaseosa que años después se expandió en ventas a América Latina y a varios otros continentes.
¿Cómo puede competir una empresa que tuvo sus orígenes en la provincia peruana con gigantes multinacionales de millonarios presupuestos?
"Esto muestra el nuevo mundo en el que estamos viviendo. En los mercados emergentes hay una población joven, el 70% en los mercados emergentes, que quiere algo nuevo y distinto", dice a BBC Mundo Jorge López-Doriga, jefe de comunicaciones y sostenibilidad de Aje.
"Entendemos mucho mejor al público joven de los países emergentes que estas grandes marcas que llevan 70 o 100 años en el mercado", asegura.
También es cuestión de dinero. Gran parte de su estrategia comercial se centra en alcanzar a sectores que no podían consumir las gaseosas tradicionales.
"El público joven en estos mercados no podía pagar una gasesosa porque estaba muy caro", reconoce López-Dóriga, quien señala que mientras en Estados Unidos el comsumo anual de gaseosas per cápita se acerca a 160 litros, en Indonesia apenas era de 2 litros cuando llegó Aje.
Tal vez el reto más grande que emprende esta empresa peruana es buscar entrar al mercado de India, una nación de 1.200 millones de personas y potenciales consumidores.
Ya entraron en el estado de Maharashtra, alrededor de la capital comercial del país, Bombay.
Esta zona del país, por sí sola, tiene 110 millones de habitantes. Y Big Cola ya controla el 8% del mercado ahí, señala Rengaraj Viswanathan, exembajador de India en Argentina y comentarista de Gateway House, un centro de estudios internacionales basado en India.
"Ellos no pueden competir con presupuestos de publicidad de Pepsi y Coca Cola. Su fortaleza es el precio. Tienen como objetivo la clase media baja. Gente que está empezando a salir de la pobreza", le dice Viswanathan a BBC Mundo.
"En India, las propagandas de Coca Cola y Pepsi muestran a la gente en la playa, con estilos de vida muy altos. Big Cola es más para la gente con menos recursos, que no puede imaginarse en las playas de las propagandas estadounidenses", señala el comentarista.
Nadie sugiere que los millones de consumidores de Big Cola en todo el mundo vayan detrás de un estilo de vida peruano, o asocien siquiera esta bebida con el país sudamericano.
Los consumidores asiáticos en su mayoría "no saben dónde está Peru. Pero ven (en Big Cola) una alternativa global. Una marca global", sugiere López-Dóriga.
Igual piensa el exembajador Viswanathan. "La gente no sabe que ésta bebida viene de Perú. Solo ve una botella grande y más barata", le dice a BBC Mundo.
¿Hay algo en la cultura empresarial peruana que los prepare para tener éxito en Asia?
Viswanathan le dice a BBC Mundo que hay tantas diferencias como similitudes en el ambiente empresarial de India y América Latina.
"En ambos se observan casos de corrupción y tráfico de influencias", dice.
Para el exdiplomático, en India el ecosistema de negocios es más difícil, más complejo, y tal vez por eso "hay un espíritu más competitivo" entre las empresas que luchan por sobrevivir.
Pero en momentos en que los gobiernos de Asia y América Latina se esfuerzan por establecer más lazos comerciales, no será raro que se vean más ejemplos como este, de empresas regionales volviéndose globales.
"Es un nuevo mundo. Hoy una empresa de India es la dueña de Jaguar y una firma brasileña compró Budweiser y Burger King", recuerda López-Dóriga "

Fuente: http://www.dinero.com/empresas/articulo/historia-big-cola-asia/208865

La importancia de apoyar a las Pymes (Chile Week – Alibaba)

  
                        Más allá la orientación del gobierno político de turno, estos tienen que emprender medidas activas que fomenten el desarrollo comercial de sus PYMES en todos los ámbitos posible. Las PYMES los motores de las economías de los países que necesitan colaboración para establecer sus productos en un mundo globalizado por todos los medio que se posibles.
                        Un ejemplo de lo antedicho precedentemente es el Chile Week que organiza , la cual se realiza en Beijing y Shangai entre el 23 y 28 de agosto, donde se desarrollan más de 30 actividades para promover y dar a conocer la historia, tradición, cultura, bienes y servicios de Chile para inversionistas y consumidores chinos.
                        Y uno hecho concreto es el acuerdo formalizado con el sitio web Alibaba con el de apoyar especialmente a las pequeñas y medianas empresas para incentivar y apoyar su internacionalización mediante la utilización de esta plataforma de comercio electrónico, que posee más de 367 millones de compradores activos.

                        El tiempo dirá si los resultados han sido provechosos o no, pero el esfuerzo de situar a los productos de nuestras compañías ante la mayor posibilidad de compradores posibles es un hecho digno de aplaudir e imitar.