La
tecnología posibilitas nuevas maneras de acceso a la financiación a las PYMES. En
América Latina se estima que próximamente el 90% de las empresas deberán utilizar
facturas electrónicas, abriendo a las empresas el camino para un factoring con
posibilidades de mayores adquirentes de sus facturas.
A
continuación transcribiremos una nota del suplemente IECO donde explica el
nuevo escenario al que nos enfrentamos.
La nota a transcribir tiene como fuente el link:
Las facturas electrónicas mejoran la eficiencia de las empresas, crean una economía más transparente y permiten medir mejor la actividad económica. Se estima que 2019, el 48% de las operaciones bancarias se realizarán a través de Internet y el 90% de las facturas en América Latina serán electrónicas.
Claro que todo esto no significa que las facturas se cobren mejor o antes. Pero permite nuevas oportunidades de negocios, como es la administración de esas facturas y la “oferta”, para llamarla de alguna manera, de esos instrumentos en los bancos o en el mercado de capitales. O, mejor aún, de nuevos sistemas de administración de pagos y cobranzas, tercerizados y garantizado en la Web. Algo así como un factoring avalado.
El mecanismo funcionaría así: los proveedores de una gran empresa, básicamente pymes, emiten sus facturas electrónicas a través de una plataforma compartida. Luego de ser aprobadas por los compradores, las facturas se publican en el portal del intermediario. Los financiadores reciben las facturas aprobadas (o sea, de cobro seguro) y seleccionan las que quieren “comprar”. Los vendedores elijen entre las ofertas recibidas y deciden cuáles aceptan y el dinero es depositado en sus cuentas corrientes.
El financiamiento de las facturas electrónicas crea un modelo alternativo que facilita el acceso al crédito, especialmente de las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, permite optimizar costos y el control de los procesos de administración financiera. Son formatos estándar de uso simple al que pueden acceder todas las empresas de los distintos países de la región.
En este contexto, ya una empresa, InvoiNet, desarrolló un marketplace que ofrece financiamiento de facturas electrónicas para pymes, emprendedores y empresas. Lo desarrolló con un aporte de capital de US$4 millones de la Corporación Financiera Internacional (CFI, brazo del Banco Mundial para el sector privado) y la participación, como financiadores, de entidades como Banco BIND, Banco CMF, Banco Roela, Banco BACS, Metrópolis Compañía Financiera, Unicred y Banco Comafi. Y la participación, como clientes de las pymes que buscan financiamiento, de empresas de primer nivel.
En los últimos 4 años, InvoiNet “movió” en la nube más de 42.000 millones de dólares. Y las empresas disfrutaron de un ahorro superior al 60% en costos administrativos.
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